1912 –
Primer arquitecto femenino en España.
Nació en Madrid, España.
En una familia liberal interesada por las bellas artes, la literatura y el teatro, actividad ésta última que su madre, Pura Maortúa, (pertenecía ya a ese tipo de mujeres insólitas para su época que, en lugar de dedicarse a las labores propias de su sexo, dirigía un grupo de teatro independiente, “Anfistora”), alimentaba desde la terraza de su casa en la calle Libertad 20 y bajo el cielo estrellado de las calurosas noches madrileñas, Matilde asiste a lecturas y ensayos de teatro animadas por su madre y a discusiones literarias con intelectuales del momento al compás de algunas de las arias preferidas de su padre. Con estos ejemplos era casi imposible que Matilde, no se convirtiera en una criatura de armas tomar.
Matilde estudia el bachillerato en el Instituto Escuela, heredero directo de la Fundación Libre de Enseñanza. En esta institución liberal las mujeres empiezan a participar activamente no sólo en el estudio, sino también en el deporte, disciplina tradicionalmente vetada para el “sexo débil”. En un ambiente que concedía las mismas oportunidades a todos rompiendo el predominio masculino en lo académico, Matilde demostró su valía como estudiante y empezó a expresar el deseo de estudiar arquitectura. Ni en su casa ni en la escuela nadie contrarió tal decisión seguramente porque había sido educada para ello, porque tenía tres hermanas que llevaban el mismo camino y sobre todo porqué todavía no había nacido quien osara contradecir a una chiquilla que parecía tener las ideas muy claras.
Con 19 años y para asombro de muchos, Matilde Ucelay ingresa en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Madrid. Consigue excelentes calificaciones en todas las asignaturas; de hecho acaba la carrera un año antes de lo previsto y sus compañeros le brindan un homenaje en el Colegio de Arquitectos por ser la primera mujer que obtiene el título en España. Es el año 1936 y en el acto interviene el ministro de educación Amós Salvador. Poco después empezará la guerra Civil que le ocasionará a Matilde más de un disgusto que culminará con la inhabilitación para ejercer su profesión.
En Valencia, donde pasa la mayor parte de la guerra, se casa con José Ruiz Castillo, un intelectual que trabaja como funcionario en el Ministerio de Agricultura y que más tarde se dedicará a la que habría de ser la pasión de su vida: el mundo editorial. José será el marido y compañero de Matilde, sabrá soportar los malos humores, las rachas buenas y las malas, de una mujer, la suya, que no sabía conformarse con nada. Trabajadora incansable, esposa y madre de dos hijos, al acabar la guerra Matilde regresa con su familia a Madrid. El matrimonio comparte la amistad de un núcleo de profesionales que incluye músicos, médicos, escritores y arquitectos que serán de gran ayuda cuando se acaba la guerra y la familia se encuentra en el bando de los vencidos. Matilde es depurada por su filiación republicana y liberal e inhabilitada a ejercer su profesión durante cinco años. Sus amigos arquitectos, Aurelio Botella y José María Arrillaga, a partir de entonces firman los proyectos que ella, y sólo ella, realiza.
Entre sus obras destacan un gran número de viviendas unifamiliares, donde colaboró asiduamente con el diseñador de jardines Couchepin, y una serie de edificios industriales, además de algunas de las librerías más conocidas del Foro: la casa Weisenberg, la casa Berstein ambas en la Colonia de Puerta de Hierro, la casa Benítez de Lugo en Las Palmas de Gran Canaria, la Fábrica Ballvé- Pérez Rey, la librería Turner… Realizó más de sesenta proyectos a lo largo de una extensa vida profesional pertrechada con un tablero, situado cerca del comedor de su casa, un delineante, un aparejador y, en la última etapa, con la colaboración de su hijo José Enrique, también arquitecto.
Matilde Ucelay lleva varios años alejada de su profesión, disfrutando de un merecido descanso y arropada por toda su familia. Su labor y dedicación le han valido varios homenajes y el Premio Nacional de Arquitectura en el año 2005.
Primer arquitecto femenino en España.
Nació en Madrid, España.
En una familia liberal interesada por las bellas artes, la literatura y el teatro, actividad ésta última que su madre, Pura Maortúa, (pertenecía ya a ese tipo de mujeres insólitas para su época que, en lugar de dedicarse a las labores propias de su sexo, dirigía un grupo de teatro independiente, “Anfistora”), alimentaba desde la terraza de su casa en la calle Libertad 20 y bajo el cielo estrellado de las calurosas noches madrileñas, Matilde asiste a lecturas y ensayos de teatro animadas por su madre y a discusiones literarias con intelectuales del momento al compás de algunas de las arias preferidas de su padre. Con estos ejemplos era casi imposible que Matilde, no se convirtiera en una criatura de armas tomar.
Matilde estudia el bachillerato en el Instituto Escuela, heredero directo de la Fundación Libre de Enseñanza. En esta institución liberal las mujeres empiezan a participar activamente no sólo en el estudio, sino también en el deporte, disciplina tradicionalmente vetada para el “sexo débil”. En un ambiente que concedía las mismas oportunidades a todos rompiendo el predominio masculino en lo académico, Matilde demostró su valía como estudiante y empezó a expresar el deseo de estudiar arquitectura. Ni en su casa ni en la escuela nadie contrarió tal decisión seguramente porque había sido educada para ello, porque tenía tres hermanas que llevaban el mismo camino y sobre todo porqué todavía no había nacido quien osara contradecir a una chiquilla que parecía tener las ideas muy claras.
Con 19 años y para asombro de muchos, Matilde Ucelay ingresa en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Madrid. Consigue excelentes calificaciones en todas las asignaturas; de hecho acaba la carrera un año antes de lo previsto y sus compañeros le brindan un homenaje en el Colegio de Arquitectos por ser la primera mujer que obtiene el título en España. Es el año 1936 y en el acto interviene el ministro de educación Amós Salvador. Poco después empezará la guerra Civil que le ocasionará a Matilde más de un disgusto que culminará con la inhabilitación para ejercer su profesión.
En Valencia, donde pasa la mayor parte de la guerra, se casa con José Ruiz Castillo, un intelectual que trabaja como funcionario en el Ministerio de Agricultura y que más tarde se dedicará a la que habría de ser la pasión de su vida: el mundo editorial. José será el marido y compañero de Matilde, sabrá soportar los malos humores, las rachas buenas y las malas, de una mujer, la suya, que no sabía conformarse con nada. Trabajadora incansable, esposa y madre de dos hijos, al acabar la guerra Matilde regresa con su familia a Madrid. El matrimonio comparte la amistad de un núcleo de profesionales que incluye músicos, médicos, escritores y arquitectos que serán de gran ayuda cuando se acaba la guerra y la familia se encuentra en el bando de los vencidos. Matilde es depurada por su filiación republicana y liberal e inhabilitada a ejercer su profesión durante cinco años. Sus amigos arquitectos, Aurelio Botella y José María Arrillaga, a partir de entonces firman los proyectos que ella, y sólo ella, realiza.
Entre sus obras destacan un gran número de viviendas unifamiliares, donde colaboró asiduamente con el diseñador de jardines Couchepin, y una serie de edificios industriales, además de algunas de las librerías más conocidas del Foro: la casa Weisenberg, la casa Berstein ambas en la Colonia de Puerta de Hierro, la casa Benítez de Lugo en Las Palmas de Gran Canaria, la Fábrica Ballvé- Pérez Rey, la librería Turner… Realizó más de sesenta proyectos a lo largo de una extensa vida profesional pertrechada con un tablero, situado cerca del comedor de su casa, un delineante, un aparejador y, en la última etapa, con la colaboración de su hijo José Enrique, también arquitecto.
Matilde Ucelay lleva varios años alejada de su profesión, disfrutando de un merecido descanso y arropada por toda su familia. Su labor y dedicación le han valido varios homenajes y el Premio Nacional de Arquitectura en el año 2005.
1 comentario:
Pues si por favor, sigalo haciendo porque yo acabo de descubrir la primera mujer espanola arquitecto. tengo 37 anos y acabo de empezar a estudiar arquitectura. Y si hace mucha ilusion hacerlo, y encontrar otras como tu!!!! Ana
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